Chihuahua, Chih.- La noche del miércoles 29 de enero, el vuelo 5342 de American Airlines se aproximaba al Aeropuerto Nacional Reagan cuando chocó con un helicóptero militar Black Hawk y terminó cayendo al río Potomac. Entre los 60 pasajeros a bordo, viajaba la esposa de Hamaad Raza, quien antes del impacto le envió un último mensaje: “Aterrizando en 20 minutos”.
Ese sería el último contacto que tendría con ella. Al no recibir respuesta, Hamaad sintió un mal presentimiento. Horas después, su peor temor se confirmó: el avión en el que viajaba su esposa había sufrido un accidente catastrófico. “Estoy rezando para que alguien la esté sacando del río mientras hablamos”, declaró con angustia a CBS News.
Su esposa, cuyo nombre no fue revelado, regresaba de un viaje de trabajo desde Kansas. Mientras Hamaad esperaba ansioso su llegada, la aeronave impactó en el aire con el helicóptero militar, estallando en llamas antes de caer a las aguas heladas del Potomac.
Hasta ahora, las autoridades han recuperado 28 cuerpos y han descartado la posibilidad de sobrevivientes. La tragedia, considerada el peor accidente aéreo en Estados Unidos desde 2009, ha conmovido al mundo, pero pocas historias han resonado tanto como la de Hamaad Raza, quien aún no puede asimilar que ese mensaje de texto fue la última señal de vida de su esposa.
