La tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set de Santo Domingo ha dejado profundas marcas en la industria musical y en la sociedad dominicana. Entre las escenas más desgarradoras está la reacción de Zulinka Pérez, hija del reconocido merenguero Rubby Pérez, al confirmarse la muerte de su padre tras el colapso del techo del recinto el pasado 8 de abril. Zulinka, quien también era corista y parte del equipo de trabajo de su padre, se mostró visiblemente afectada frente a los medios, recordando los últimos momentos que compartió con él.
Rubby Pérez, sin saberlo, salvó la vida de su hija al evitar un cambio de posición en el escenario minutos antes del accidente. Zulinka relató que, debido a una operación reciente, pidió ayuda a su padre para no hacer esfuerzo durante su presentación. Él decidió quedarse en su micrófono, lo que la libró de una muerte segura. “Si no, no creo que yo estuviera aquí”, expresó Zulinka con dolor.
El colapso del techo dejó alrededor de 100 víctimas mortales, incluyendo figuras destacadas como el diseñador Martín Polanco y los exjugadores de Grandes Ligas Octavio Dotel y Tony Blanco. Zulinka cumplió la promesa que su padre le había hecho en vida: cubrir su cuerpo para evitar que se tomaran fotografías. Con ayuda de su primo, logró proteger la dignidad de Rubby Pérez en sus últimos momentos.
La tragedia también afectó al esposo de Zulinka, quien se lanzó al suelo para protegerla del impacto, resultando con una pierna fracturada. Ambos sobrevivieron, pero el dolor por la pérdida de Rubby Pérez y las demás víctimas sigue siendo inmenso.
Este lamentable suceso ha generado un llamado urgente a mejorar las condiciones de seguridad en los recintos de entretenimiento y a garantizar la protección de los asistentes y trabajadores. La memoria de Rubby Pérez, una de las voces más emblemáticas del merengue dominicano, quedará como un legado imborrable en la música y en los corazones de quienes lo admiraron.
