¿Blindaron a la Gobernadora en Congreso?
La elección para jueces, magistrados y ministros en lo que respecta a Chihuahua se ha considerado en dos de los tres frentes como una operación quirúrgica bien ejecutada, pero con algunas complicaciones, en las que tanto el Poder Judicial como el Ejecutivo Estatal apuntan que la negligencia estuvo directamente en el Congreso del Estado.
El Ejecutivo y el Poder Judicial cumplieron con la tarea como debía hacerse: silenciosa, eficaz, pragmática. Pero en el Congreso, donde el PAN debió consolidar su peso específico y cerrar el paso a perfiles incómodos —léase morenistas, corralistas y demás disidencias recicladas—, se dejó abierta una grieta donde acaba de colarse el ya conocido desdén del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que ordena restituir a los desechados.
No hay espacio para la ingenuidad. Estas decisiones no son meramente técnicas; son, ante todo, políticas. Y en un contexto donde la prioridad es blindar la salida del gobierno de Maru Campos y su gabinete, como lo hacen todos los gobiernos, los prianistas, panistas y morenistas, con todos los costos que implica haber sido poder.
Ahora, desde Palacio y el TSJE de forma injusta o justa, acusan a Alfredo Chávez, coordinador de la Bancada del PAN, de no haber sacado el colmillo de más de dos décadas en la grilla para arrastrarlo y prever lo que nadie vio venir.
Lo más grave de esto (para el panismo estatal o de Diahco) es que hay varios grupos de adversarios dentro y fuera de ese partido que empiezan a reagruparse alrededor del exgobernador, Javier Corral Jurado.
En política, el poder no se hereda: se construye, se cuida y se defiende. Quien no entiende eso, termina siendo un problema más que una solución.
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“A puñaladas iguales llorar es cobardía” de Augusto a Cruz
Cuestión de días, a lo más unas semanas, para que también en las mañaneras de la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se suba la precampaña de Cruz Pérez Cuéllar rumbo a la gubernatura, y es que se la van a regresar duro y directo desde el equipo del senador Adán Augusto López por los ataques contra la senadora Andrea Chávez.
“A puñaladas iguales llorar es cobardía”, frase muy trillada, pero que traen de vuelta en el equipo de Andrea Chávez, quienes van a subir a las mañaneras que también el alcalde Cruz Pérez Cuéllar gasta millones y millones para eventos maromeros, con muy poca gente y muy pocos beneficios.
El senador de Morena, Juan Carlos Loera, quiere que se mida con la misma vara a Cruz Pérez Cuéllar y no quiere permitir a como dé lugar que llegue a la posibilidad de ser candidato oficial, ni siquiera interno de su partido.
A Cruz también le preparan un expediente, el cual también quieren judicializar, porque el alcalde juarense no está muy lejos de Andrea, ya que entrega, como lo presume en redes, camiones, apoyos, becas, cash y gestiones a otros municipios.
La diferencia es que Cruz sí está impedido en más sentidos, a menos que explique y dé a conocer si también “empresarios” le “donan” para que “done” en otras localidades… ¿ya vemos que no está muy alejado de Andrea?
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*González Luna a Pensiones Civiles*
El nombre de Óscar González Luna, subsecretario General de Gobierno, empezó a sonar bastante como posible próximo director de Pensiones Civiles del Estado en sustitución de Marco Antonio Herrera García, quien ha tenido muy buenas intenciones, pero en meses la institución vive una crisis más política que técnica (más grave aún).
La obsesión del secretario del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Manuel Quiroz, por atacar a la gobernadora Maru Campos vía grupos de disidentes y pidiendo cosas tan absurdas como “medicamentos de patente”, es algo que no se ha podido controlar al punto que desde el pasado viernes, ni directivos ni mandos operativos tienen acceso a Pensiones Civiles del Estado, por los bloqueos “magisteriales”.
Es por eso que está resonando el nombre de Óscar González Luna como próximo titular de Pensiones, donde hace falta un consenso, en el que los propios maestros, los de las bases, los de las aulas, reconocen en sus “líderes” magisteriales unos mercenarios, que se van a vender al mejor postor, entran con el ceño fruncido a Palacio o al Héroes de la Revolución y salen con el ceño fruncido, pero con una sonrisa pícara de haber logrado otro botín, político y no gremial.