Durante tres días, alrededor de 250 mil personas acudieron a la basílica de San Pedro para presentar sus respetos al Papa Francisco, en una capilla ardiente que culminó este viernes. En una ceremonia privada, el cardenal camarlengo Kevin Farrell cerró el féretro del pontífice, cubriendo su rostro con un velo de seda blanca y depositando monedas y medallas acuñadas durante su pontificado.
El funeral se celebrará el sábado 26 de abril en la Plaza de San Pedro, con la asistencia de más de 50 jefes de Estado y diez monarcas en ejercicio. Entre los confirmados están Javier Milei, Luiz Inácio Lula da Silva, Donald Trump y Emmanuel Macron. Se espera que miles de personas sigan la ceremonia a través de pantallas gigantes en Roma.
Tras la misa, el cortejo fúnebre recorrerá las calles de la ciudad hasta la basílica de Santa María la Mayor, donde Francisco será enterrado, convirtiéndose en el primer pontífice sepultado fuera del Vaticano desde León XIII en 1903. Su tumba, de mármol, llevará únicamente la inscripción “Franciscus”, reflejando la sencillez que caracterizó su pontificado.
Las autoridades han desplegado medidas de seguridad extremas, incluyendo una zona de exclusión aérea, unidades antidrones y francotiradores en puntos estratégicos.
El Vaticano aún no ha anunciado la fecha del cónclave para elegir al próximo líder de la Iglesia católica, aunque se espera que ocurra en los próximos 15 a 20 días.