Hace algunos dĂas me encontraba platicando, con un amigo uruguayo que se encuentra viviendo en Australia, un poco acerca de la polĂtica mexicana, sus contrastes y las polĂticas del actual partido que gobierna el paĂs. Entre la plática, me hizo una pregunta dirigida en el sentido de que, si existe algĂşn partido polĂtico en MĂ©xico con el que sienta afinidad, o alguno que se alineĂ©, aunque sea un poco, a mi forma de pensar y a mis valores.
Esta pregunta me resultĂł, más que compleja, difĂcil de explicar. Esto, por la sencilla razĂłn de que nuestros partidos polĂticos, cual sea que señalemos, carece por completo de identidad.
Es un cuestionamiento que va más allá de las preferencias o inclinaciones polĂticas, porque la verdad es que ninguno de los partidos polĂticos que tiene hoy MĂ©xico, sabe quiĂ©n es y hacia dĂłnde va. Lo que sĂ tenemos, son partidos polĂticos que llegan con los votantes que tienen cierta lĂnea ideolĂłgica y que se supone alineados al estatuto del partido, pero que permiten que sus lĂderes traicionen esos mismos ideales por intereses propios, por una propia agenda, o porque “asĂ va la tendencia”. Y esto es, tanto en la “derecha”, como en la “izquierda”.
Realmente, en nuestro paĂs no existe una clara divisiĂłn entre estas dos tendencias ideolĂłgicas, culturales y polĂticas, sino que depende necesariamente del lĂder en turno que estĂ© ejecutando determinadas polĂticas en determinado territorio.
Pues claro, entonces es natural que como paĂs no veamos quĂ© rumbo elegir, si nuestros propios lĂderes no saben a quiĂ©n o quĂ© representan. Además, los mismos partidos se encuentran fragmentados en su estructura interna, y hay un montĂłn de divisiones y subgrupos que representan, cada uno, intereses e ideas contrarias entre sĂ.
Por ejemplo, digamos que el estatuto de un partido advierte claramente que se debe respetar, y defender, la vida desde su concepciĂłn y a la familia como el nĂşcleo de la sociedad, pero dentro de ese mismo partido existen lĂderes y grupos que abiertamente apoyan, y promueven, polĂticas pĂşblicas contrarias a la protecciĂłn de la familia y de la vida desde su concepciĂłn. Entonces, quienes votan por ese partido, Âżes por cuestiĂłn verdaderamente ideolĂłgica?, Âżpor lealtad?, Âżporque no hay otra opciĂłn?
Y no sĂłlo pasa con un partido, pasa en general. No somos ajenos ante el hecho de que el partido que actualmente gobierna a la naciĂłn, llegĂł con la bandera polĂtica de “verdadera izquierda”, promoviendo una supuesta “justicia social” que terminĂł traicionando a sus votantes, en todo sentido, con una sarta de decisiones arbitrarias que ha tomado y que esas decisiones tienen lo de justas lo que tiene Morena de tendencia polĂtica de derecha.
Resulta bastante lĂłgico que un partido polĂtico gane o pierda territorio conforme la congruencia de su discurso, identidad y polĂticas a implementar.
En México no tenemos ningún partido que sea claro en su discurso y en su accionar. No tenemos un partido de derecha y ciertamente la supuesta izquierda que existe aquà lo es en su forma autoritaria.
AsĂ que, contestando la pregunta inicial, no. Estoy segura, muy segura, de que miles de personas en el paĂs no se sienten identificados con ningĂşn partido polĂtico en MĂ©xico. La izquierda no tiene representantes reales, y tampoco la derecha.
La polĂtica mexicana podrĂa bien ser explicada por el Chavo del 8:
“Bueno, la que parece de limón es de jamaica pero sabe a tamarindo. La que parece de jamaica es de tamarindo pero sabe a limón. Y la que parece de tamarindo es de limón, pero sabe a jamaica”.