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Ciudad Juárez, Chih. México
sábado 21 de junio del 2025.

Dirección: Héctor Javier Mendoza Zubiate

Alerta empresarial: Reducir la jornada a 40 horas pondría en riesgo empleos y elevaría la informalidad, advierte CANACINTRA

La presidenta de CANACINTRA Juárez, Isela Molina, alertó que la propuesta de reducir la jornada laboral a 40 horas semanales podría impactar negativamente a las pequeñas y medianas empresas, generando ajustes operativos, aumentos en costos y un repunte en la informalidad laboral.

Ante la discusión nacional sobre la reducción de la jornada laboral, la presidenta de CANACINTRA en Ciudad Juárez, Isela Molina, expresó su preocupación por los efectos que tendría esta reforma en el funcionamiento de las empresas. “Definitivamente va a impactar”, aseguró, advirtiendo que muchas PYMES no cuentan con la capacidad financiera ni organizativa para adaptarse sin apoyo. Molina pidió que se contemple una implementación gradual y acompañada de políticas que fomenten la productividad y eviten consecuencias negativas.

Molina enfatizó que uno de los principales retos será el incremento de costos laborales. “Para las empresas que operan más de 40 horas, significaría pagar horas extras o contratar más personal, lo cual no siempre es viable”, afirmó. Este ajuste afectaría principalmente a las micro y pequeñas empresas, que podrían verse obligadas a tomar decisiones drásticas, como recortes o pasar a la informalidad.

También subrayó que el cambio implicará reorganizar operaciones internas. “Se tendrían que hacer nuevos esquemas de turnos y de producción. Esto no es algo que todas las industrias puedan hacer de la noche a la mañana”, comentó.

En cuanto al riesgo de informalidad, Molina advirtió: “Muchas empresas, sobre todo las pequeñas, van a decir ‘esto no me conviene’ y podrían optar por evadir la regulación. Eso genera un retroceso”.

Asimismo, cuestionó el enfoque de la reforma si no se trabaja en mejorar la eficiencia y productividad. “Reducir las horas sin una estrategia clara para ser más productivos puede llevarnos a perder competitividad”, señaló. Sectores como la manufactura, la construcción o el comercio serían los más afectados por la naturaleza de sus operaciones.

En respuesta a si esta reducción podría provocar despidos, fue clara: “No necesariamente se trata de despedir, pero sí de reestructurar. Se van a tener que repartir cargas laborales de forma distinta y con mayor eficiencia”.

La representante propuso como alternativas el impulso a la automatización, capacitación en gestión del tiempo y rediseño de procesos internos, a fin de que las empresas puedan adaptarse sin perder rendimiento.

Isela Molina concluyó su posicionamiento insistiendo en que la iniciativa “tiene buenas intenciones”, pero que su aplicación debe considerar las realidades del sector productivo. “Si esto se implementa de golpe, sin un plan sólido de acompañamiento, las consecuencias pueden ser muy duras para todos”, advirtió. Desde CANACINTRA, proponen que el proceso sea gradual, con incentivos para mejorar la productividad y herramientas que permitan a las empresas mantenerse competitivas.

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