El Gobierno de Javier Milei confirmó este lunes su decisión de retirar a Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS), consolidando un giro en su política sanitaria que busca mayor autonomía nacional. La medida fue ratificada en el marco de la visita del secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., quien expresó afinidad con la postura del Ejecutivo argentino.
Durante un encuentro con el ministro de Salud, Mario Lugones, ambas partes coincidieron en la necesidad de revisar el papel de los organismos supranacionales en materia sanitaria. “Compartimos visiones sobre el camino a seguir, por lo que profundizaremos el trabajo conjunto entre ambas naciones”, afirmó Lugones.
En un comunicado, el Ministerio de Salud delineó cinco ejes clave de una nueva estrategia, encabezada por la salida formal de Argentina de la OMS. La cartera señaló que las directrices del organismo internacional “responden a intereses políticos” y cuestionó su falta de efectividad y transparencia.
“La comunidad internacional debe reevaluar el rol de estos organismos. No deben convertirse en plataformas de imposición política por encima de los Estados”, sostiene el documento oficial.
Entre las medidas anunciadas, destaca una revisión integral de vacunas, medicamentos y aditivos alimentarios. El gobierno promete decisiones sanitarias “basadas en evidencia científica verificable”, además de endurecer los controles sobre autorizaciones médicas, particularmente en tratamientos costosos y destinados a menores.
La decisión marca un quiebre con más de 75 años de participación de Argentina en la OMS, desde su fundación en 1948. Aunque ha sido celebrada por sectores libertarios, ha generado inquietud entre organizaciones científicas por su posible impacto en programas de salud pública y cooperación internacional.
La presencia de Kennedy Jr., crítico de la OMS y de ciertos enfoques de vacunación, refuerza un nuevo acercamiento bilateral con Estados Unidos en materia de salud, centrado en la defensa de la soberanía nacional y la desconfianza hacia los organismos multilaterales.
