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martes 10 de junio del 2025.

Dirección: Héctor Javier Mendoza Zubiate

Apostadores llegan hasta a prostituirse; las graves conductas de la ludopatía

El comisionado estatal de Atención a las Adicciones, Javier González Herrera, alertó sobre las devastadoras consecuencias de la ludopatía en Chihuahua, una adicción que va más allá del dinero y puede arrastrar a las personas a extremos como la prostitución con tal de seguir apostando. Aunque en muchas ocasiones comienza como un entretenimiento, la dependencia al juego puede convertirse en una enfermedad silenciosa y destructiva.

Durante una entrevista para La Norteñita y En Blanco y Negro, González Herrera explicó que la ludopatía es una adicción de comportamiento que impide al individuo abstenerse de jugar, incluso cuando ya ha sufrido pérdidas severas y desea parar.

Los ludópatas pueden acabar perdiendo sus ingresos, su estabilidad emocional, su entorno social e incluso su patrimonio familiar. Sin embargo, lo más alarmante es que, cuando ya no queda dinero en tarjetas, bienes ni préstamos, algunas personas llegan a vender su cuerpo para seguir apostando.

Aunque desmintió que los casinos funcionen como centros de prostitución, el comisionado confirmó que sí ha atendido casos de mujeres que, desesperadas por conseguir dinero, han ofrecido servicios sexuales fuera de estos lugares con tal de obtener efectivo para volver a jugar. Dijo que esta conducta refleja hasta dónde puede deteriorarse una persona atrapada en la ludopatía.

El especialista detalló que el proceso de deterioro inicia con el uso de tarjetas de crédito, venta de objetos, préstamos con altos intereses y solicitudes a familiares. Pero cuando todas esas fuentes se agotan, muchos cruzan límites extremos. Incluso llegan a cometer fraudes, robos o chantajes. La adicción los lleva a poner el juego por encima de su salud, su dignidad y sus relaciones personales.

González Herrera señaló que Chihuahua cuenta con centros especializados y con el Grupo Juventud de Jugadores Anónimos, donde se atiende a personas con esta adicción. También advirtió sobre el peligro de las apuestas en línea, que han facilitado el acceso de menores de edad al juego, generando casos de ludopatía en adolescentes de apenas 14 o 15 años.

Finalmente, aclaró que la ludopatía no se mide por la cantidad de dinero perdido, sino por el nivel de afectación en la vida del jugador. Puede haber quienes pierdan millones o quienes se arruinen con veinte mil pesos; lo importante es cómo el juego los arrastra al aislamiento, la deuda, la mentira, la desesperación y, en casos extremos, la autodegradación.

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