H. Cd. de Chihuahua.- Las protestas contra las políticas migratorias del presidente Donald Trump han sacudido varias ciudades de Estados Unidos, pero en Los Ángeles la tensión alcanzó un nuevo nivel. La ciudad declaró un toque de queda en una zona del centro tras enfrentamientos entre manifestantes y cuerpos de seguridad, y desplegó a la Guardia Nacional y a agentes montados para controlar las protestas.
La policía comenzó con detenciones apenas entró en vigor el toque de queda el martes por la noche, apoyada por proyectiles antidisturbios y vigilancia militar. Aunque los miembros de la Guardia Nacional no participaron directamente en los arrestos, sí permanecieron en alerta en puntos clave. La medida busca frenar actos de vandalismo y saqueos que han afectado al menos 23 negocios.
El gobernador de California, Gavin Newsom, criticó con dureza el despliegue federal, acusando a Trump de militarizar las calles. Newsom incluso pidió a un tribunal que detuviera el apoyo militar a operaciones migratorias, tras advertir que eso podría agravar los disturbios. A pesar de ello, más de 4 mil miembros de la Guardia Nacional y 700 marines fueron desplegados, según el gobierno federal.
La alcaldesa Karen Bass declaró emergencia local y extendió el toque de queda desde las 8 p.m. hasta las 6 a.m., con la posibilidad de mantenerlo varios días más. La medida no afecta a residentes del área, personas sin hogar, medios de comunicación acreditados o personal de seguridad.
Mientras tanto, Trump insinuó que podría invocar la Ley de Insurrección si la situación escala aún más. En otras ciudades como Dallas, Austin, Chicago y Nueva York también se han registrado protestas y detenciones.
“El toque de queda es necesario para proteger vidas y salvaguardar la propiedad”, advirtió el jefe de policía Jim McDonnell.
