LA OFENSIVA FEDERAL CONTRA LA INMIGRACIÓN en Los Ángeles continuará y se incrementará, afirmó la secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, Kristi Noem, respondiendo a las críticas sobre el despliegue militar en la ciudad. Noem prometió que las fuerzas federales seguirán adelante con su esfuerzo por “liberar” Los Ángeles, defendiendo la legalidad de la medida a pesar de las objeciones.
“Hoy tenemos más medios que ayer. Ayer teníamos más que el día anterior, así que estamos ganando impulso”, declaró Noem en una rueda de prensa. Aseguró que la operación “va a continuar y aumentar hasta que tengamos paz en las calles de Los Ángeles”. Durante la conferencia, el senador demócrata por California, Alex Padilla, fue expulsado por la fuerza de la sala mientras intentaba hacerse oír. Su oficina informó que, una vez fuera, el senador fue empujado al suelo y esposado, aunque posteriormente fue puesto en libertad.
La decisión del presidente Donald Trump de enviar tropas a Los Ángeles, a pesar de las objeciones del gobernador de California, Gavin Newsom, ha provocado un debate nacional sobre el uso de militares en operaciones policiales en suelo estadounidense. Se espera que unos 700 marines se unan a los hasta 4,000 efectivos de la Guardia Nacional para proteger propiedades federales y agentes federales, incluso en redadas de inmigración. Noem defendió el uso de estas tropas, afirmando que Trump “tiene derecho a utilizar toda la autoridad que tiene”.
El estado de California, sin embargo, busca una orden judicial federal que impida que las tropas “patrullen las calles de Los Ángeles” y limiten su papel a la protección del personal federal y la propiedad, argumentando que el gobierno federal ya ha violado la ley al usar tropas de la Guardia Nacional en redadas. Noem reportó que los agentes federales han detenido a más de 1,500 personas y tienen “decenas de miles de objetivos” en la región.