El reciĂ©n nombrado jefe de la PolicĂa Nacional de Filipinas, Nicolás Torre III, ha lanzado un contundente ultimátum a los agentes con sobrepeso: tendrán un año para alcanzar un peso saludable o se enfrentarán al despido.
“Tenemos normas al respecto, lo básico es que vamos a darles un año para que tengan la oportunidad de cumplirlas”. El jefe policial no escatimó palabras al referirse a aquellos oficiales que “no hacen ejercicio ni dieta”, calificando la situación como inaceptable dentro del cuerpo.
Las declaraciones de Torre se sustentan en estudios que revelan un problema de salud significativo entre los miembros de la instituciĂłn. Un informe de 2019 indicĂł que el 34,5 % de los policĂas filipinos tenĂan sobrepeso y casi el 10 % eran considerados obesos. Las cifras se agravan en los oficiales mayores de 40 años, entre quienes el 80 % supera los lĂmites recomendados de peso.
La portavoz de la PolicĂa, Jean Fajardo, explicĂł que el objetivo es mantener una “apariencia fĂsica aceptable para un oficial de PolicĂa”, conforme a las normas que regulan el ĂŤndice de Masa Corporal (IMC) de los agentes, el cual no debe exceder ni estar por debajo de cinco kilos del rango estipulado segĂşn su edad y estatura.
A nivel regional, la preocupaciĂłn por el estado fĂsico de los cuerpos policiales no es nueva. Malasia anunciĂł en enero que los agentes con sobrepeso no serĂan considerados para ascensos; en Tailandia, algunos son enviados a campamentos especiales para perder peso, y en un estado de la India se dio en 2023 un plazo de tres meses a los policĂas para adelgazar o acogerse a la jubilaciĂłn voluntaria si no lograban un IMC inferior a 30.
La iniciativa de Torre apunta a mejorar la salud y la imagen pĂşblica de los agentes, pero tambiĂ©n pone sobre la mesa un debate más amplio sobre la salud laboral y los estándares fĂsicos dentro de las fuerzas de seguridad en Asia.