H.Cd. de Chihuahua.- En un giro drástico respecto a sus promesas de campaña, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó la noche del sábado que fuerzas estadounidenses realizaron un ataque aéreo contra tres instalaciones nucleares en Irán, acción que calificó como un “éxito espectacular”.
Desde la Casa Blanca, Trump informó que las bases nucleares de Fordow, Natanz e Isfahan fueron “destruidas” durante la madrugada iraní del sábado. “Les dimos con precisión y habilidad”, declaró el mandatario en una escueta alocución de apenas cinco minutos, transmitida en cadena nacional.
Según Trump, el objetivo principal de la operación fue “barrer con el enriquecimiento de uranio”, en referencia al presunto desarrollo de armas nucleares por parte del régimen iraní. “Hace 40 años que los iraníes dicen que quieren destruir a Estados Unidos e Israel. Su especialidad siempre fue matar gente a través de su odio”, expresó.
El presidente también advirtió a Teherán que enfrentará un “infierno” si continúa con ataques hacia Israel, aunque aseguró que “ahora es tiempo de paz”.
Horas antes, el mandatario ya había anticipado el ataque mediante un mensaje en sus redes sociales, donde celebró la operación y confirmó que todos los aviones involucrados —incluidos bombarderos B-2— regresaron sanos y salvos a territorio estadounidense. “Ninguna otra fuerza militar en el mundo hubiera sido capaz de esto. Felicitaciones a nuestros grandes guerreros americanos”, escribió.
Los ataques también fueron confirmados por el gobierno iraní, que aseguró haber evacuado al personal de las instalaciones antes del bombardeo. Según autoridades de Teherán, las fuerzas estadounidenses utilizaron aviones B-2 que despegaron desde Misuri, en dirección al océano Pacífico.
Las tres instalaciones atacadas tienen un papel clave en el programa nuclear iraní. Fordow, construida bajo una montaña en el norte de Irán, es considerada un sitio estratégico para el enriquecimiento de uranio. Natanz e Isfahan, en tanto, albergan tecnología nuclear y misiles balísticos de largo alcance, según estimaciones de inteligencia occidental.
El presidente iraní, identificado como Masoud, respondió con firmeza ante la ofensiva. En un comunicado publicado en el sitio oficial de su oficina, declaró que Irán no aceptará reducir a cero sus actividades nucleares, aunque reiteró su disposición a cooperar bajo condiciones de respeto mutuo. “Estamos listos para construir confianza respecto a nuestras actividades nucleares pacíficas, pero no aceptaremos reducirlas a cero”, expresó durante una llamada con el presidente francés, Emmanuel Macron.
Este ataque ocurre en un contexto de alta tensión en la región, luego de que Irán e Israel intercambiaran bombardeos desde el pasado 13 de junio. Las autoridades iraníes habían advertido que responderían con contundencia a cualquier incursión estadounidense, apuntando particularmente a las bases militares de EE. UU. en Medio Oriente, ubicadas en países como Kuwait, Qatar, Siria y Emiratos Árabes Unidos.
Aunque el gobierno de Trump insiste en que el ataque busca preservar la paz y frenar el desarrollo nuclear iraní, la comunidad internacional permanece en alerta ante una posible escalada del conflicto en la región.
