El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, advirtió este domingo que cualquier intento de represalia por parte de Irán tras los recientes ataques sería “el peor error que jamás hayan cometido”. La declaración subraya la postura firme de Washington ante la escalada de tensiones en la región.
En una entrevista, Rubio explicó que el ataque fue en respuesta a un intento iraní de “jugar” con el presidente Donald Trump, algo que, según él, ha sido una estrategia constante de Teherán durante décadas. “intentaron manipular a Trump como han hecho con otros presidentes en los últimos 35 años. esta vez, se equivocaron gravemente”, afirmó el secretario.
Rubio destacó la rapidez y eficacia del operativo militar estadounidense, señalando que las fuerzas “entraron, cumplieron su misión y se retiraron sin que les dispararan un solo tiro”. Este punto enfatiza la precisión y el éxito percibido de la operación por parte de Estados Unidos.
También reveló que Trump había ofrecido a Irán una ventana de 60 días para negociar sobre su programa nuclear, pero acusó a Teherán de usar la diplomacia como una forma de ganar tiempo. “piensan que pueden engañarnos. pero con este presidente, eso no va a funcionar”, dijo, reafirmando la inflexibilidad de la administración estadounidense.
El ataque, conocido como “Operación Martillo de Medianoche”, ha desatado la furia de Irán, que ha prometido responder. Una de las mayores preocupaciones ahora es que Irán intente cerrar el Estrecho de Ormuz, una ruta clave por donde pasa entre el 20 y el 25 por ciento del petróleo mundial. Rubio advirtió que hacerlo sería un “suicidio económico” para Irán y pidió a China, uno de sus principales compradores de petróleo, que intervenga para evitarlo.
Rubio también negó que Estados Unidos esté buscando un cambio de régimen en Irán. Según él, el objetivo es frenar su programa nuclear y su papel como “la principal fuente de inestabilidad en Medio Oriente”. “imaginen si esta gente llegara a tener un arma nuclear. solo una. sería una amenaza para todos”, subrayó, destacando la preocupación por la proliferación nuclear.
Aunque varios países en la región han condenado públicamente los ataques, Rubio aseguró que en privado muchos gobiernos comparten la visión de Estados Unidos y que ahora Europa debería considerar sanciones contra Teherán. Esto sugiere un apoyo más amplio a la postura estadounidense, aunque no siempre visible públicamente.
