Si existiera un Mundial del despilfarro, Cruz PĂ©rez CuĂ©llar y Ciudad Juárez ya estarĂan levantando la copa. SegĂşn el más reciente informe de la AuditorĂa Superior de la FederaciĂłn (ASF), nuestra ciudad encabeza —con honores— la lista nacional de municipios con más observaciones en el gasto federalizado programable. O lo que es lo mismo: hicieron garras los recursos del pueblo.
El documento no deja lugar a dudas: 716 millones 954 mil 922 pesos es la suma que el Gobierno Municipal de Juárez, bajo la administración de Cruz Pérez Cuéllar, no ha logrado justificar en su ejercicio de recursos federales correspondientes a 2023. No es un error de dedo. Son más de 700 millones que no se sabe en qué se gastaron, cómo se gastaron, o si se gastaron.
La ASF revisó tres fondos clave: el Ramo 28, el FORTAMUN y el FAIS. Y en los tres —sin excepción— encontró una administración marcada por la opacidad, la omisión y la irresponsabilidad presupuestaria. En el caso del Ramo 28, las cosas son grotescas: de los 438 millones 878 mil pesos auditados, el 96.3 por ciento —es decir, 422 millones 823 mil 860 pesos— se ejercieron sin que el Municipio pudiera presentar un solo documento válido que justificara esos egresos. ¿Cómo es posible? Fácil: porque aquà se gasta sin memoria, sin reglas y, al parecer, sin vergüenza.
En el FORTAMUN, fondo destinado a fortalecer la seguridad, los servicios pĂşblicos y la infraestructura municipal, el Municipio recibiĂł 335 millones 923 mil pesos, de los cuales 294 millones 131 mil pesos quedaron como “pendientes por aclarar”. Es decir, el 87.6 % del dinero auditado en este rubro tambiĂ©n se extraviĂł en la nebulosa del “usted dispense”.
Pero la cereza del pastel está en el FAIS, un fondo destinado exclusivamente a obras en zonas de pobreza extrema. AhĂ, la ASF obligĂł al Gobierno de Juárez a devolver 15 millones de pesos por una obra que, simple y llanamente, nunca se realizĂł. ÂżY quĂ© hizo el Municipio? Nada. Porque aquĂ, la impunidad se ejecuta con absoluta normalidad.
Los hallazgos no son menores. La ASF identificĂł adjudicaciones irregulares, procesos sin documentaciĂłn, proveedores fantasmas y firmas sin facultades legales. Se promovieron mĂşltiples solicitudes de aclaraciĂłn, pliegos de observaciĂłn y promociones de responsabilidad administrativa, pero el silencio desde la alcaldĂa ha sido absoluto. ÂżDĂłnde está el vocero? ÂżDĂłnde el alcalde? ÂżDĂłnde los regidores que aprobaron el gasto?
Y no hablamos de chicles o mobiliario de oficina. Se trata de dinero pĂşblico en obras inexistentes, luminarias con sobreprecio, software sin licencias, contratos con proveedores no registrados, y hasta equipos vinculados con tecnologĂa china bajo sospecha internacional. Y lo más escandaloso: todo esto ocurriĂł en el segundo año de la primera gestiĂłn de PĂ©rez CuĂ©llar, cuando ya no habĂa pretexto de “apenas estamos aterrizando”.
En comparaciĂłn, TorreĂłn y Tlalnepantla parecen ejemplos de transparencia escandinava. Juárez no solo lidera la tabla de observaciones, la encabeza con escándalo. Y eso, en un paĂs acostumbrado al desorden fiscal, es mucho decir.
Asà que la pregunta no es si habrá consecuencias. Porque debemos exigir que las haya, los juarenses merecemos respeto y debemos levantar la voz. Que ya seamos rehenes del: aquà nadie renuncia, nadie devuelve el dinero, nadie rinde cuentas.
Pero en Juárez, la polĂtica no se mide por resultados, sino por la cantidad de espectaculares y maquinaria regalada a otros municipios.
El saldo: más de 151 millones de pesos en daño patrimonial, una montaña de contratos observados y el primer lugar en una tabla que, lejos de enorgullecer, deberĂa provocar renuncias.
Pero no se hagan ilusiones. AquĂ, los funcionarios no renuncian, se postulan. Pero mientras todo eso se destapa con documentos oficiales y cifras frĂas, el vocero Carlos Nájera optĂł por la estrategia favorita de la casa: silencio absoluto.
Calladito te ves menos cĂłmplice.