H. Cd. de Chihuahua.- Para muchos ciudadanos, el camión sigue siendo el principal medio de transporte para llegar al centro de la ciudad. Sin embargo, la mayoría coincide en que el servicio presenta graves deficiencias: unidades en mal estado, largas esperas, trato irregular por parte de los choferes y una sensación constante de inseguridad.
“Es lo más económico, no todos tenemos carro, y un taxi o Uber sale muy caro”, añade otra entrevistada, quien recorre cinco cuadras a diario para alcanzar una parada.
Los usuarios no sólo eligen el camión por necesidad económica, sino porque no hay alternativas reales. Aun así, reconocen que el servicio deja mucho que desear. “Se tardan mucho, los camiones están en mal estado. A veces los choferes están de malas y ya no te quieren levantar”, denuncia una persona que se traslada desde Cerro Grande.
Otro problema recurrente es la velocidad con la que circulan las unidades y la poca consideración hacia adultos mayores o personas con alguna dificultad para moverse. “Te bajan donde ellos quieren, aunque uno pague pasaje para bajarse donde necesita”, comenta una mujer visiblemente molesta.
Aunque algunos usuarios reconocen que “hay choferes respetuosos”, también destacan conductas irresponsables, como el uso del celular mientras manejan o la falta de mantenimiento en las unidades. “La otra vez vi a uno que se le salieron las llantas por el canal”, relata un pasajero que casi a diario usa el camión urbano.
Las condiciones físicas de los camiones también son tema de crítica. “El olor, los asientos… la calidad deja mucho que desear”, dijo un joven que, de tener la opción, preferiría desplazarse en motocicleta “por rapidez y efectividad”.
Frente a esta situación, los ciudadanos piden atención urgente por parte de las autoridades. Entre las principales sugerencias están:
- Aumentar la cantidad de unidades para evitar la saturación.
- Capacitar a los choferes y mejorar su trato hacia los usuarios.
- Asegurar el mantenimiento mecánico y físico de los vehículos.
- Establecer paradas más flexibles y seguras, especialmente para personas mayores.
“Que arreglen los baches y que les den pláticas a los choferes, porque manejan muy rápido”, recomienda una usuaria que, por lo general, se traslada en Uber pero que por necesidad tuvo que usar el camión.
Mientras no existan políticas públicas efectivas que modernicen el sistema de transporte urbano, miles de personas seguirán dependiendo de un servicio que, aunque económico, pone en riesgo su tiempo, su seguridad y su dignidad.