A un año del atentado que sufrió durante un mitin realizado en Pensilvania el 13 de julio de 2024, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recordó el hecho como un “propósito de Dios”. Se mostró convencido de que su vida fue salvada para restaurar la grandeza del país que dirige.
En un mensaje publicado por la Casa Blanca, el actual mandatario reafirmó el “triunfo” del espíritu estadounidense sobre “las fuerzas del mal”. Aprovechó para recordar y engrandecer a la única víctima mortal del ataque, un bombero veterano.
“Por la providencia y la gracia de Dios Todopoderoso salvé mi vida. (…) Sigo convencido de que Dios salvó mi vida ese día con un propósito justo: restaurar la grandeza de nuestra amada República y rescatar a la nación de aquellos que buscan su ruina”, señaló en su mensaje.
Este sábado, Trump afirmó estar satisfecho con la investigación sobre el atentado, ocurrido en la ciudad de Butler. A pesar de los “errores” de seguridad cometidos entonces.
Apenas esta semana, trascendió que el Servicio Secreto de Estados Unidos suspendió a seis agentes por fallos de conducta relacionados con el atentado.
El tirador, Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años, le disparó con un rifle de asalto. Una bala rozó la oreja derecha de Trump y mató a un miembro del público, antes de que las autoridades abatieran al responsable.
Además, un informe interno del Servicio Secreto publicado en septiembre concluyó que los fallos de seguridad del órgano de élite, encargado de vigilar a los presidentes y figuras políticas de primer nivel, fueron también responsables.
El presidente aseveró en una entrevista que le fueron entregados numerosos informes sobre el atentado, por parte del FBI, el Servicio Secreto y la fiscal general, Pam Bondi. Sin embargo, señaló que las autoridades que se encargaban de su protección cometieron errores.
El atentado tuvo lugar en vísperas de la convención republicana que confirmó a Trump como candidato de ese partido de cara a las presidenciales. Su foto con el puño en alto en señal de victoria se convirtió en una imagen que glorificó su figura.
El ataque trastocó drásticamente la campaña de 2024 y dio inicio a un frenético periodo de diez días. Este periodo incluyó la llegada triunfal de Trump a la Convención Nacional Republicana con una oreja vendada, la decisión de Joe Biden de abandonar su candidatura a la reelección y la elevación de la vicepresidenta Kamala Harris como su sucesora.
