Estudiantes del décimo semestre de la carrera de Medicina en una universidad particular de Veracruz podrían haber sido defraudados, ya que no podrán tener formación en el área de internado de pregrado al no haber plazas disponibles; la institución no tramitó la Opinión Técnica Académica, requisito indispensable para que los alumnos puedan acceder a esa etapa formativa.
Algunos jóvenes y sus madres llegaron a Xalapa para manifestarse y ser vistas por las autoridades, pues lo que buscan es que se exija a la institución privada que cumpla con otorgarles el servicio; aseguraron que este es un tema que se está volviendo común, pues hay escuelas que ofrecen servicios escolares con reconocimiento oficial y al final no cumplen con las expectativas.
Marisol Contreras García, estudiante náhuatl y originaria de Ixhuatlancillo, se inscribió en la licenciatura para Médico Cirujano Partero en el Centro de Estudios Tecnológicos y Universitarios del Golfo A. C. (CETUG), que se dijo avalada por el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Como estudiante indígena náhuatl, sé lo que significa luchar contra el rezago educativo, vengo de una comunidad en donde la mayoría no sabe leer ni escribir, muchos como yo hemos salido adelante con esfuerzo, con apoyo familiar y con el sueño legítimo de convertirnos en profesionistas y no es justo que ese sueño sea pisoteado por una institución irresponsable”, reclamó.
La joven aseguró que su familia investigó y que en apariencia todo estaba en regla, pero a unas semanas de su egreso fueron informados de que no existen plazas para el internado de pregrado porque la escuela no tramitó la Opinión Técnica Académica, requisito indispensable para que los alumnos de Medicina puedan acceder legalmente a dicha etapa formativa.
Después de que les informaran la situación, ningún directivo, representante o propietario de la universidad les ha dado la cara u ofrecido alguna explicación; el único enviado, el coordinador académico Alejandro Navarrete Gatica, la única opción que les ha dado es que se den de baja y que continúen la carrera en la Universidad Isidro Favela, que está en Toluca.
Consternadas, madres de familia que también acudieron a esta manifestación, explicaron que el anuncio que les dieron fue un “balde de agua fría”, pues muchos hacen un esfuerzo más allá de su economía para que los jóvenes estudien y terminen una carrera; el que no puedan finalizar ha provocado hasta depresión en algunos jóvenes.
Hay quienes creen que por pagar una escuela es porque las familias tienen recursos y pueden gastar, pero no, nuestros hijos pasaron por un proceso en el que presentaron hasta tres veces examen en la Universidad Veracruzana, no los admitieron y por eso tenemos que pagar para que estudien en otra escuela”, explicó Maribel Diez, madre de Aldair Santiago.
Todas exigieron que la SEP, la Procuraduría Federal del Consumidor y la Comisión Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos para la Salud revisen detenidamente a estas escuelas que ofrecen estas especialidades educativas, pues algunas operan sin todos los requisitos legales y académicos y sorprenden a jóvenes, a quienes les destruyen años de estudios, aprendizaje y recursos.