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Ciudad Juárez, Chih. México
21 de julio 2025

Dirección: Héctor Javier Mendoza Zubiate

Aumentan los casos de filicidio y muerte diálica: un llamado urgente a reconstruir el tejido familiar

H. Cd. de Chihuahua.- En entrevista con el especialista en criminología y seguridad, el Doctor José Carlos Hernández, se abordó con preocupación el incremento de casos de filicidio —el asesinato de hijos por parte de sus padres— y su forma más extrema, la muerte diálica, donde el agresor se quita la vida tras cometer el crimen. Casos recientes como el de Jasiel Giovanny, un niño de ocho años que lo mató su padrastro, y el asesinato de dos niñas por parte de su propio padre en Chihuahua, reflejan una creciente crisis emocional y familiar.

El doctor Hernández explicó que este fenómeno responde a una combinación patológica entre el estrés intrapersonal, la violencia vicaria y trastornos graves de ansiedad. Muchos de estos hechos, señaló, no son aislados sino parte de un patrón que se repite cada vez con más frecuencia en un país donde más del 75% de los hogares son disfuncionales o desintegrados. A ello se suma una carencia de políticas públicas efectivas para restaurar el núcleo familiar como eje de estabilidad social.

Además de los factores psicológicos y económicos, el especialista enfatizó la influencia de la netnografía criminal y el consumo de contenido violento en Internet. Aunque no son factores determinantes por sí solos, plataformas digitales, música con temáticas delictivas y la cultura del narco pueden influir en personas emocionalmente vulnerables, creando un cóctel de detonantes que culminan en actos extremos. La falta de regulación y supervisión del contenido digital es, para el doctor, un elemento clave que debe ser atendido urgentemente.

Como parte de las soluciones, el doctor propuso cinco recomendaciones para fortalecer los valores y la salud emocional dentro del hogar: control total del uso de dispositivos electrónicos, recuperar la disciplina sin violencia, promover responsabilidades familiares entre niños y adolescentes, supervisar el lenguaje y actitudes dentro del hogar, y reforzar los lazos afectivos. Subrayó que actualmente muchos niños y adolescentes presentan niveles alarmantes de agresividad y falta de límites, lo cual repercute directamente en su conducta social.

Finalmente, el doctor Hernández señaló que la sociedad debe asumir una corresponsabilidad en esta problemática, al igual que las autoridades. Mientras el núcleo familiar debe recuperar su rol formador, el Estado tiene la obligación de implementar políticas estructurales que refuercen la salud mental, la prevención del delito y el acompañamiento de familias en riesgo. De lo contrario, advirtió, estos actos de filicidio y muerte diálica podrían seguir reproduciéndose, dejando una profunda herida social.

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