Ciudad Juárez.- Luego de que el sacerdote Eliseo R. S. fue condenado a cuatro años y diez meses por abuso sexual infantil, la Diócesis de Ciudad Juárez emitió un comunicado en el que manifiesta que reciben la sentencia “con espíritu de escucha” y anuncian el inicio de procesos canónicos internos, además de garantizar acompañamiento a las víctimas. Destacan: “Como Iglesia, lamentamos profundamente todo acto que haya causado sufrimiento, escándalo o desconfianza”.
En el texto, la Diócesis reitera su “compromiso evangélico”, y cita la encíclica Fratelli tutti: “Una herida en una persona es una herida en toda la comunidad”. Afirman que, además del aspecto jurídico, su acción responderá a los principios de transparencia, responsabilidad y enfoque pastoral, en diálogo con la Santa Sede. También se refirieron al futuro reforzamiento de protocolos de interacción con menores, con el fin de garantizar entornos seguros en parroquias y evitar que se repitan hechos similares.
La respuesta eclesiástica se da en un contexto marcado por al menos tres casos previos de abuso dentro del clero juarense. Mencionan la absolución de Leopoldo N. en 2016, el proceso contra Aristeo B. B. condenado a 34 años en 2021 (y con la causa aún en revisión judicial), y el caso reciente de Istibal V. O., quien enfrenta otra investigación. Elia Orrantia, directora de la asociación Sin Violencia, pide a la Diócesis hacer públicos los protocolos de uso en contacto con menores, así como demostrar si están en vigor y qué sanciones aplican en caso de incumplimiento.
La asociación y otras voces sociales refuerzan el llamado para que la Iglesia garantice que sus miembros no actúen impunemente, y exigen claridad sobre el estatus actual de los sacerdotes involucrados, especialmente ante presuntas omisiones en la información oficial de la Diócesis. La exigencia es que los niños, niñas y adolescentes estén protegidos, y que no se privilegie a miembros del clero por encima de la ley.