La violencia volvió a sacudir la sierra de Chihuahua. Un joven de entre 20 y 25 años fue encontrado sin vida en un paraje cercano al camino que conecta la cabecera municipal de Guadalupe y Calvo con la comunidad de Baborigame, en un hecho que las autoridades investigan por un posible vínculo con la reciente ola de enfrentamientos armados en la región.
El hallazgo se registró alrededor de las 11:00 horas, a escasos 150 metros del panteón “Nuestra Señora”. De acuerdo con el reporte oficial, el cuerpo fue localizado durante un recorrido programado de vigilancia y traslado por parte de corporaciones de seguridad estatales y federales.
La víctima, que hasta el momento permanece en calidad de desconocida, era de complexión delgada, medía aproximadamente 1.65 metros de estatura, no presentaba vello facial y tenía el cabello corto, de color negro. Vestía pantalón de mezclilla negro, playera de manga larga azul con franjas roja y gris, botas tácticas y una cachucha azul. Su cuerpo yacía en posición de cúbito dorsal, con varias heridas de proyectil de arma de fuego en el tórax y abdomen.
En el lugar del crimen fueron localizados ocho casquillos percutidos calibre .223, comúnmente utilizado en rifles de asalto. Elementos policiales aseguraron la escena y personal de Servicios Periciales procedió al levantamiento de los indicios para su análisis.
El cuerpo fue trasladado a la funeraria “La Paz”, en la cabecera municipal, donde se le practicará la necrocirugía de ley para determinar con precisión la causa de muerte y obtener elementos que permitan establecer su identidad. Hasta el momento, ninguna persona se ha presentado para reclamarlo.
Este homicidio se produce apenas días después de un enfrentamiento armado ocurrido también en Guadalupe y Calvo, en el que dos presuntos integrantes de un grupo criminal fueron abatidos por elementos de la Guardia Nacional. En ese operativo, los agentes aseguraron armas largas, cargadores, equipo táctico y un vehículo con reporte de robo. Los abatidos no han sido identificados oficialmente, aunque fuentes no oficiales apuntan a que podrían pertenecer a una célula delictiva que disputa el control del trasiego de drogas en la zona.