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Ciudad Juárez, Chih. México
3 de octubre 2025

Dirección: Héctor Javier Mendoza Zubiate

Juárez entre engomados, Repuve y promesas bicicleteadas

En la incansable frontera de Ciudad Juárez, donde el optimismo es tan frágil como una llanta ponchada, hoy nos traen un trío de esfuerzos que, aunque tambaleantes, muestran que alguien está intentando mover el barco. Entre un engomado ecológico que da un respiro a los conductores, 50 mil autos atrapados en la burocracia del Repuve y promesas de empleos que suenan más a deseo que a realidad, Juárez nos regala una dosis de esperanza con sabor a “vamos a ver si es cierto”.

Primero, una palmada en la espalda para el municipio que, en un arranque de compasión –o de sentido común–, extendió el plazo para tramitar el engomado ecológico hasta el 1 de octubre. Con filas de hasta 100 vehículos y tiempos de espera de cuatro horas, los juarenses han demostrado que, cuando se trata de evitar multas de 2,262 a 3,394 pesos, no hay flojera que valga. Desde el fin de semana, 10 mil conductores se lanzaron a los centros de verificación, y en lo que va del año, 55 mil ya tienen su sticker verde, según César Díaz, el jefe de Ecología.

La meta es llegar a 250 mil para recaudar 5 millones de pesos que, dicen, irán a reforestar El Chamizal. ¡Qué noble causa! Claro, los centros de verificación, operados por concesionarios que abren y cierran cuando les da la gana, no ayudan mucho. Pero esta ampliación del plazo es un guiño a los ciudadanos que están haciendo su parte, aunque sea a regañadientes. Si el municipio logra que los centros funcionen sin colapsar y el dinero realmente llega al parque, podríamos tener un Juárez un poquito más verde. Por ahora, a seguir formando filas con la fe de que no nos multen antes de octubre.

En el mismo carril vehicular, pero en una carretera mucho más accidentada, están los 50 mil autos “chuecos” atrapados en el Registro Público Vehicular (Repuve). Los propietarios de estos vehículos, regularizados bajo un decreto federal, no pueden obtener placas ni hologramas porque el sistema está más atorado que el tráfico en hora pico. Fidel Villanueva, de Anapromex, denuncia que el trámite lleva un año empantanado, dejando a miles de juarenses en un limbo burocrático donde ni el engomado ecológico pueden sacar.

Pero, ¡ánimo! La buena noticia es que hay asociaciones como Anapromex peleando por los conductores, exigiendo que el gobierno federal agilice el proceso. Si las autoridades se ponen las pilas y desatoran el Repuve, esos 50 mil autos podrían circular legalmente, dando un respiro a familias que dependen de sus carros para trabajar. Es un dolor de cabeza, sí, pero la presión ciudadana podría ser el empujón que Juárez necesita para que la burocracia no gane esta carrera.

Y para cerrar, una nota que suena a música celestial, pero con un dejo de escepticismo: la Secretaría de Desarrollo Económico estatal asegura que está “trabajando para fortalecer empleos” y que “quisiera que el muro no estuviera”. ¡Qué poético!

La titular de la dependencia, María Angélica Granados, promete que Chihuahua está atrayendo inversión extranjera para diversificar la economía y no depender tanto de las maquilas que, por cierto, se están yendo por “altos salarios”. En una ciudad que perdió 850 empleos maquiladores en julio, estas palabras son un bálsamo, pero también un “veremos”. La esperanza está en que estas promesas no se queden en discursos de campaña, como los del alcalde que jura que todo está “bajo control”.

Si el estado logra traer empresas de tecnología o energías renovables, Juárez podría dejar de ser el patio trasero de las maquilas y convertirse en un polo de desarrollo. Por ahora, el esfuerzo de Granados y su equipo es un punto a favor, un recordatorio de que alguien está pensando en el futuro, aunque el muro –y los aranceles de Trump– sigan siendo un dolor de cabeza. Juárez, hoy te miramos con un optimismo cauto.

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