Nuestra reciente encuesta realizada en Chihuahua arrojó que el 68% de los ciudadanos considera que el principal efecto de pasar tanto tiempo atrapados en el tráfico es el aumento del estrés y el enojo al volante, lo que refleja una creciente preocupación por la salud mental y emocional derivada de la movilidad urbana.
Otros efectos negativos también fueron señalados, aunque en menor medida. El 14% de los encuestados mencionó la pérdida de productividad y los constantes retrasos en sus actividades diarias, mientras que un 6% destacó que el tráfico reduce su tiempo disponible para compartir con la familia. Además, el 5% señaló el mayor gasto en gasolina como una de las consecuencias más directas, y un 7% alertó sobre el incremento en el riesgo de accidentes viales debido a la congestión y la frustración al conducir.
Los resultados evidencian que más allá de las demoras, el tráfico en Chihuahua está afectando de forma significativa la calidad de vida de sus habitantes. Especialistas en movilidad urbana han subrayado la necesidad de mejorar la infraestructura vial, fortalecer el transporte público y fomentar alternativas como la movilidad activa o compartida, a fin de reducir los niveles de estrés y promover traslados más seguros y eficientes.