Lo que brilla son las obras que benefician a nuestra ciudad, y es que es un acto milagroso que las autoridades se pongan a chambear por el beneficio público; claro, después de pedir un préstamo y endeudar Chihuahua.
Lo que huele es que los ciudadanos ponen tantos “peros”, y que al final no se hable del progreso, solo de las quejas; logrando que solo tengan motivos las autoridades para dar los famosos pretextos y solo se les pague por estar en sus oficinas con el aire acondicionado.
Lo que apesta es que, en realidad, ciertas quejas sí tengan la razón, pero son sepultadas por muchas otras que lo único que quieren es hacer ruido con el fin de atacar a un partido.