Ciudad Juárez.- La sentencia de 53 años, 7 meses y 20 días impuesta a Christian Iván M. R. por abuso sexual infantil y violación agravada abre un llamado a la prevención y a la denuncia temprana. El juicio oral 120/25 demostró una progresión de agresiones durante ocho años contra su hija biológica, iniciadas en 2014, y que escalaron hasta 2022. La FEM acreditó que, cuando la menor tenía 12 años, el agresor utilizó metanfetamina para anular su resistencia. La jueza Michelle Rodarte destacó el patrón intracasa y el aprovechamiento de la autoridad paterna, elementos que agravan el impacto en la víctima y obligan a la sociedad a proteger a la niñez con acciones concretas.
La resolución judicial ordena reparación del daño cercana a 300 mil pesos y cumplimiento de la condena en el Cereso 3, sin derecho a libertad condicional. Más allá del castigo, especialistas insisten en reconocer señales de alerta: cambios bruscos de conducta, regresiones, evasión de ciertos espacios o personas, lesiones inexplicables, ansiedad y alteraciones del sueño. La escucha activa, la educación sexual integral acorde a la edad y la búsqueda de ayuda profesional son herramientas clave para interrumpir ciclos de violencia.
Autoridades y organizaciones recomiendan mantener redes de confianza escolar y comunitaria, documentar indicios, acudir de inmediato al 911 o a Fiscalía de Género, y evitar la revictimización de niñas, niños y adolescentes. El caso recuerda que el hogar no siempre es sinónimo de seguridad; por ello, la vigilancia comunitaria, el acompañamiento psicológico y la capacitación de madres, padres y docentes son indispensables.