H. Cd. de Chihuahua.- Durante el mensaje por su primer año de gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum reunió a simpatizantes y figuras clave de la Cuarta Transformación en el Zócalo de la Ciudad de México. Como es costumbre, los gobernadores de Morena ocuparon la primera fila frente al templete, donde recibieron un saludo directo de la mandataria. Sin embargo, llamó la atención que varios liderazgos del movimiento fueron ubicados en una segunda fila, detrás de las vallas.
Entre los relegados estuvieron personajes de peso como Adán Augusto López, el hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, Andrés Manuel “Andy” López Beltrán, así como Ricardo Monreal, Luisa María Alcalde y Manuel Velasco. La reubicación no pasó desapercibida, sobre todo porque, en un evento anterior realizado en enero, estos mismos actores fueron captados aparentemente distraídos mientras la presidenta pasaba cerca de ellos, sin saludarla como lo hicieron otros asistentes.
Este gesto ha sido interpretado por analistas como un mensaje político dentro de Morena, donde las posiciones internas comienzan a delinearse con mayor claridad. La presidenta parece dejar claro quiénes cuentan con su respaldo cercano y quiénes han perdido protagonismo dentro del círculo más inmediato del nuevo liderazgo de la 4T.
