El cierre del cruce de carga en Córdova por parte de autoridades estadounidenses genera preocupación en el sector industrial de Ciudad Juárez, según informó Isela Molina, presidenta de CANACINTRA.
La Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA) expresó su inquietud ante el cierre unilateral del cruce fronterizo de carga en Córdova. Representantes del sector señalaron que la medida afecta directamente a las exportaciones, principal actividad económica de Ciudad Juárez, y demandaron coordinación binacional para evitar repercusiones mayores.
Isela Molina, presidenta de CANACINTRA, advirtió que la decisión impactará en los flujos comerciales y generará un incremento en los costos logísticos. Se estima que cada unidad de carga podría enfrentar un aumento de entre 150 y 300 dólares por desvíos y retrasos.
Además, destacó que la falta de infraestructura alternativa agrava la situación. El cruce de Ysleta ya presenta saturación, mientras que San Jerónimo no cuenta aún con la capacidad necesaria para absorber el volumen de carga redirigido.
Otro de los puntos señalados fue la preocupación ambiental. Según CANACINTRA, el cierre no elimina los problemas de contaminación, sino que los traslada a zonas habitadas por población vulnerable, sin ofrecer soluciones de fondo.
La organización criticó la falta de coordinación binacional en la toma de decisiones. Indicó que la medida fue implementada sin diálogo previo con autoridades mexicanas, a pesar del impacto que representa para ambas naciones.
Ante este panorama, se solicitó una reunión urgente con autoridades federales, como el canciller Marcelo Ebrard, para abordar el tema. También se pidió acelerar la inversión en infraestructura vial y modernizar cruces como San Jerónimo.
CANACINTRA reiteró la necesidad de establecer mecanismos de diálogo entre ambos países para evitar afectaciones económicas y sociales derivadas de decisiones unilaterales. La organización se mantiene en contacto con sus agremiados para dar seguimiento al tema.
