En la opinión de la Dra. Enriquez
En un mundo donde las enfermedades no transmisibles como la obesidad, la diabetes y la hipertensión siguen en aumento, es urgente promover herramientas que ayuden a prevenir estos padecimientos desde edades tempranas. Una de las más poderosas, pero poco conocidas, es la alfabetización física. Este concepto, aunque reciente en el vocabulario de la salud y la educación, es clave para construir sociedades más activas, saludables y conscientes del valor del movimiento corporal.
La alfabetización física se define como la capacidad de una persona para moverse con competencia y confianza en una amplia variedad de actividades físicas, en diferentes entornos, que beneficien el desarrollo integral durante toda la vida. Esta competencia no se limita al conocimiento técnico de ciertos deportes, sino que abarca habilidades motrices básicas, comprensión del cuerpo, la coordinación, la motivación para participar activamente y el conocimiento de cómo y por qué moverse.
Su importancia radica en que constituye la base para una vida físicamente activa. Las personas con bajo nivel de alfabetización física tienen más probabilidades de adoptar estilos de vida sedentarios y, en consecuencia, desarrollar enfermedades asociadas al sedentarismo. En cambio, aquellos con alta alfabetización física están mejor preparados para elegir formas de actividad adecuadas a lo largo de las etapas de la vida, desde la infancia hasta la vejez.
Desde la perspectiva de la Cultura Física, esta alfabetización debe desarrollarse desde los primeros años de vida. La escuela es un espacio ideal para promoverla, pero requiere de docentes formados no solo en la enseñanza de habilidades motoras, sino también en la formación de valores como la autonomía, la autoconfianza y el disfrute por el movimiento. La alfabetización física no es una asignatura, sino un proceso formativo continuo que influye en la forma en que una persona se relaciona con su cuerpo y su salud.
Estudios recientes demuestran que los niños con altos niveles de alfabetización física presentan mejores indicadores de salud, mayor rendimiento escolar y mejor bienestar emocional. En adultos, se asocia con una mayor adherencia a programas de ejercicio, mejor control de enfermedades crónicas y una actitud más positiva hacia el cuidado del cuerpo.
Desde la Facultad de Ciencias de la Cultura Física, promovemos activamente la alfabetización física como una estrategia de salud pública. Es necesario que las autoridades educativas y sanitarias reconozcan su valor y trabajen de forma coordinada para integrar este enfoque en los programas escolares, comunitarios y de atención preventiva.
Invitamos a madres, padres, docentes y responsables de programas sociales a reflexionar sobre el papel que juega el movimiento en la vida cotidiana. La alfabetización física no es solo para deportistas: es para todos. Para quienes desean una vida plena, autónoma y saludable, entender, valorar y disfrutar el movimiento es un derecho y una necesidad.
El camino hacia una sociedad activa comienza con pequeños pasos. Promover la alfabetización física es formar personas más libres, más saludables y más conscientes del poder de su cuerpo en movimiento.
Referencias consultadas para el desarrollo del texto:
Aproximación a la implementación de la alfabetización física en Chile, una revisión narrativa: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8602399
Medición de la alfabetización física y constructos relacionados: una revisión sistemática de hallazgos empíricos: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29143266/
