Florida propone cárcel para migrantes en los Everglades sin muros, usando caimanes como barrera natural

Florida podría albergar una de las cárceles para migrantes más inusuales del país. El fiscal general del estado, James Uthmeier, presentó un controvertido plan para construir una instalación penitenciaria en una parcela de 101 kilómetros cuadrados en los Everglades, donde no serían necesarios muros o cercas, ya que la fauna local —principalmente caimanes y serpientes— serviría como “barrera natural” contra fugas.

Apodado informalmente “Alcatraz Lagarto” o “Alligator Alcatraz”, el centro migratorio se levantaría sobre un antiguo aeropuerto abandonado en medio de la zona pantanosa. El aislamiento geográfico y las duras condiciones naturales de los Everglades formarían parte integral de la estrategia de seguridad, replicando la lógica de la prisión de Alcatraz, pero reemplazando el agua helada por reptiles nativos.

El plan contempla el uso de fosos, canales y zonas tropicales donde habitan especies agresivas como caimanes y pitones. Según Uthmeier, esta infraestructura “natural” permitiría ahorrar en materiales de construcción, como muros de concreto, y en tecnología de vigilancia, reduciendo significativamente el gasto público y acelerando la apertura del centro, que podría operar en 30 a 60 días si recibe luz verde federal.

No obstante, la iniciativa ha generado preocupación entre defensores de derechos humanos y expertos medioambientales, quienes cuestionan tanto la ética de utilizar animales salvajes como herramienta de control carcelario como el posible impacto ecológico en un ecosistema protegido. También alertan sobre la inaccesibilidad del terreno para abogados, médicos y observadores de derechos humanos.

La cárcel tendría capacidad para mil detenidos bajo custodia de ICE, y Uthmeier espera que su tamaño permita un flujo constante de ingresos federales. Mientras se evalúa la viabilidad legal y ecológica del proyecto, ya se ha iniciado el acondicionamiento del terreno y se prevé el entrenamiento especial de guardias para operar en un entorno selvático, alejado de las condiciones habituales de un centro de detención.