En las redes sociales, una frase basta para encender el debate. “Dato Protegido”, un término técnico derivado de una sentencia del Tribunal Electoral, se ha transformado en un símbolo viral y, paradójicamente, en un mecanismo para invisibilizar a quien busca justicia. Detrás de esa fórmula jurídica se encuentra Diana Karina Barreras, diputada federal por Sonora, quien solicitó no ser identificada en la disculpa pública que el tribunal ordenó publicar tras comprobarse un caso de violencia política de género en su contra.
Todo comenzó con una orden del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que resolvió que la usuaria de X (antes Twitter) Karla María Estrella debía emitir una disculpa pública durante treinta días consecutivos. Esto fue consecuencia de expresiones que el tribunal consideró violentas y discriminatorias hacia una legisladora federal. La sentencia estableció que la víctima no debía ser identificada por nombre, en respeto a su decisión de mantener su privacidad. Por ello, el texto debía dirigirse a “Dato Protegido”, una fórmula técnica común en resoluciones judiciales.
Lo que no previó el tribunal fue el efecto que esa misma expresión tendría al volverse parte del discurso público. El doce de julio de dos mil veinticinco, Karla Estrella publicó en su cuenta de X: “Te pido una disculpa, DATO PROTEGIDO, por el mensaje que estuvo cargado de violencia simbólica, psicológica, digital, mediática y análoga…”. El mensaje, redactado conforme al fallo, fue interpretado como insólito, excesivo o incluso irónico por miles de usuarios, lo que impulsó la viralización de la frase #DatoProtegido, ahora usada para todo tipo de comentarios, parodias o críticas.
Aunque el fallo no autorizaba revelar la identidad de la legisladora afectada, pronto trascendió que se trataba de Diana Karina Barreras Samaniego, diputada federal por el Partido del Trabajo (PT), electa en dos mil veinticuidatro por el Distrito tres de Sonora, bajo la coalición “Sigamos Haciendo Historia”. Barreras denunció que los mensajes de Karla Estrella, difundidos durante el proceso electoral, menospreciaban su trayectoria al sugerir que su candidatura estaba motivada por su relación con su esposo, el también diputado Sergio Gutiérrez Luna. Aunque no fue mencionada por nombre, la crítica insinuaba que su ascenso político no respondía a méritos propios, sino a vínculos personales, lo que el tribunal calificó como un acto de violencia simbólica y estereotipada basada en género.
Nacida el veintiuno de noviembre de mil novecientos ochenta y dos en Hermosillo, Sonora, Diana Karina Barreras cuenta con una sólida formación legal. Es licenciada en Derecho por la Universidad de Sonora y cursa estudios de maestría en Derecho Constitucional y Derechos Humanos en la Universidad Panamericana. Su carrera en el servicio público comenzó en dos mil cinco como analista en el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Posteriormente se desempeñó como coordinadora de jueces calificadores y como administradora en el Tribunal Estatal Electoral de Sonora. También ocupó la dirección de control administrativo en el Instituto Nacional Electoral (INE), y lideró programas de prevención de violencia contra mujeres en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Entre dos mil quince y dos mil dieciocho fue regidora del Ayuntamiento de Hermosillo. En dos mil veintiuno resultó electa diputada local en el Congreso de Sonora, donde presidió la Mesa Directiva y la Comisión de Justicia y Derechos Humanos. También participó en las comisiones de Fiscalización, Niñez y Anticorrupción. En las elecciones federales de dos mil veinticuatro obtuvo más del cincuenta y nueve por ciento de los votos en su distrito, lo que la llevó a ocupar una curul en la Cámara de Diputados, donde actualmente funge como secretaria de las comisiones de Derechos de la Niñez y Relaciones Exteriores, e integra la Comisión de Justicia y varios Grupos de Amistad.
Después de la viralización de “Dato Protegido”, la propia Barreras rompió el silencio a través de dos videos publicados en su cuenta de X. En ellos, rechazó que se tratara de censura y explicó que su denuncia buscaba visibilizar una forma sutil pero frecuente de violencia política. “Invisibilizar la trayectoria política de una mujer, argumentando que sus logros se deben a su esposo, es un estereotipo que perpetúa la violencia”, declaró. En julio de dos mil veinticinco, Diana Karina Barreras fue presentada por miembros del PT como una posible precandidata a la alcaldía de Hermosillo para el proceso electoral de dos mil veintisiete. La dirigencia nacional de Morena hizo un llamado a respetar los tiempos y procedimientos internos.
