La Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) ha separado cerca de 400 elementos durante la presente administración, según informó su titular, César Muñoz.
De estos, más de 80 fueron despedidos tras procesos en la Comisión de Honor y Justicia, principalmente por faltas relacionadas con confianza y desempeño, evidenciando posibles problemas en la selección y supervisión del personal.
La continuidad de estos procesos, que se llevan a cabo diariamente, pone en duda la eficacia en la formación y evaluación inicial de los policías, así como la capacidad para mantener a elementos aptos en las calles.
El secretario reconoció que los cadetes aún no concluyen su capacitación ni evaluación, por lo que no serán desplegados en labores operativas, lo que podría generar un desfase en el refuerzo del personal disponible para atender la seguridad pública.
Mientras tanto, la SSPM ha anunciado la próxima incorporación de 52 nuevas unidades, sin que hasta ahora se observe una estrategia clara para resolver la alta rotación y asegurar un cuerpo policial estable y preparado.
Estos hechos plantean cuestionamientos sobre la planificación y el manejo interno de la Secretaría, que enfrenta el desafío de garantizar seguridad con un equipo en constante cambio y sin estabilidad operativa.