Ciudad de México – “Tengo las pruebas en mi celular (…) esto es algo difícil para mí, a ver qué pasa, aquí estoy dando la cara”. Con esta afirmación, Mayela Laguna puso fin a meses de especulaciones y rumores sobre su vínculo con Gustavo Adolfo Infante, al admitir públicamente la existencia de una relación extramatrimonial.
La confesión, obtenida por Javier Ceriani en su programa de YouTube, marca un punto de inflexión en la narrativa mediática que rodea a ambos personajes y revela la presión a la que Laguna se ha visto sometida.
La noticia principal, confirmada en la emisión del lunes dieciocho de agosto de dos mil veinticinco, expone que Mayela Laguna, exnuera de Silvia Pinal, sostuvo una relación sentimental con el periodista Gustavo Adolfo Infante, quien tiene más de veinte años casado con Verónica Cuevas. Laguna, quien ya se encontraba separada de Luis Enrique Guzmán, decidió romper el silencio tras recibir reiteradas advertencias sobre la inminente filtración de la información. Según relató en la entrevista, su decisión de hablar responde a un límite personal alcanzado tras meses de ocultamiento.
El detonante de la revelación se produjo después de que Gustavo Adolfo Infante criticara a Javier Ceriani por difundir detalles sobre la vida privada de otras figuras públicas. Ceriani, en respuesta, amenazó con divulgar información comprometedora sobre el propio Infante. Laguna confirmó la veracidad de los hechos y expresó: “Me cuesta mucho trabajo estar aquí, pero prefiero hacerlo porque ya en varios programas habían dicho que iba a salir esto, iba a salir lo otro (…) ahorita no tengo nada qué esconder, no me importa, lo único que puedo decir es que pues sí, están saliendo verdades, sin que yo quiera, no es que yo quiera hacer esto, pero tampoco lo voy a negar, no es mentira”.
La exnuera de Silvia Pinal detalló que la relación surgió en un periodo de vulnerabilidad personal, tras su separación de Guzmán, y en un contexto donde su entorno estaba dominado por los medios de comunicación. “Fue una relación que se dio en el momento en el que yo estaba súper vulnerable, súper mal, de repente mi mundo eran los medios de comunicación y pues se dio una relación de amistad, confianza y pasó lo que tenía que pasar”, señaló Mayela.
Describió el vínculo como una consecuencia de la confianza y la amistad que se generó en ese momento, y subrayó que no se sentía plenamente consciente de sus actos: “soy una mujer adulta, que toma sus decisiones pero sí hay momentos en la vida en los que uno no está consciente de lo que está pasando, yo estaba en un momento difícil y de alguna manera te tienes que sentir protegida”.
Laguna también abordó la situación de la esposa de Infante, indicando que desconocía si ella estaba al tanto de la relación. Insistió en que su testimonio no obedece a un deseo de protagonismo, sino a la necesidad de enfrentar una verdad que, según sus palabras, “salía poco a poco” y que ya no podía seguir negando. Añadió que, cuando la información comenzó a circular, Infante la descalificó públicamente: “cuando se dijo, él me llamó mitómana loca y seguramente lo va a negar”.
La existencia de pruebas materiales, según Laguna, refuerza la veracidad de su relato. Aseguró disponer de evidencias almacenadas en su teléfono móvil, aunque no especificó la naturaleza de las mismas. Por su parte, Javier Ceriani aportó detalles logísticos, señalando que los encuentros entre Laguna e Infante se producían en un departamento ubicado en la colonia Condesa, en la Ciudad de México.