✨Lo que brilla son los parques y canchas públicas, esos pequeños milagros urbanos donde la juventud todavía puede jugar fútbol o echar la reta… siempre y cuando logren esquivar las botellas rotas y los columpios oxidados.
👃Lo que huele es el presupuesto tan bajito que alcanza apenas para una bolsita de cal y dos brochazos de pintura, eso si las autoridades se acuerdan de que el parque existe y no lo confunden con terreno baldío.
🤢Lo que apesta es cuando los mismos usuarios convierten el espacio en basurero, picadero o yonke improvisado. O sea, queremos parques de primer mundo, pero nos cuesta hasta llevarnos nuestra propia bolsa de frituras. Porque si de verdad queremos espacios seguros y limpios, el “granito de arena” no deberían ser las botellas que dejamos tiradas.
