H. Cd. de Chihuahua.- El 23 de enero de 2009, un operativo militar en el complejo turístico Baja Seasons, en Ensenada, derivó en la captura de Santiago Meza López, quien confesó trabajar para el cártel de los Arellano Félix y posteriormente para “El Teo”. En el lugar, conocido por ser punto de reunión de narcotraficantes, fueron aseguradas armas de alto poder y granadas, además de la detención de Héctor Manuel Valenzuela Lobo y una joven de 16 años.
Meza López, apodado El Pozolero, declaró ante los militares que su labor consistía en disolver cuerpos en tambos con agua y sosa cáustica, trabajo por el que recibía 500 dólares semanales. De acuerdo con su testimonio, habría desaparecido a más de 300 personas entre 2000 y 2009, convirtiéndose en uno de los casos más estremecedores de la llamada “guerra contra el narcotráfico” emprendida por el gobierno de Felipe Calderón.
Nuevos documentos judiciales revelan que autoridades federales habían recibido información sobre su existencia al menos un año antes de su detención, pero no actuaron. A casi 16 años de su captura, Meza López permanece recluido en un penal federal de Coahuila, mientras la mayoría de las víctimas siguen sin ser identificadas y persisten dudas sobre la actuación de las corporaciones de seguridad involucradas.
